Mientras el proyecto para la exploración de Cerro Amarillo parece entrar en una etapa dilatoria, Hierro Indio en sociedad con PRC S.A. ultima los detalles para hacer los primeros pozos de exploración en más de 15 años en la provincia de Mendoza.
En el año 2014 los expedientes con las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) de Hierro Indio y Cerro Amarillo ingresaron juntos a la Legislatura. En ese entonces el ministro Marcos Zandomeni buscaba reactivar la actividad que su jefe, el gobernador Francisco Pérez, había sepultado sólo algunos años antes durante su campaña electoral pidiendo archivar el proyecto San Jorge.
Igualmente Pérez no es el único, porque en la administración de Cornejo se aprobó Hierro Indio, un proyecto que el mismo radicalismo sepultó en 2014 sin siquiera haber leído el expediente y porque se bajó una orden partidaria. Ahora, desde un gobierno radical se intenta impulsar la actividad minera superando las trabas que impuso la administración de otro radical, la de Julio Cobos con la 7.722. Lo curioso es que se hace con los mismos dos proyectos de exploración que propuso en su momento el peronismo.
Más allá de las idas y vueltas, que vuelven a poner a los dos yacimientos al frente de la discusión política sobre la minería, uno de ellos tomó ventaja y en diciembre iniciará el proceso de exploración después de un largo camino.
A diferencia de Cerro Amarillo, cuya DIA de exploración parece haber entrado en un proceso dilatorio en la Casa de las Leyes, Hierro Indio tenía la aprobación política para explorar, pero faltaba el capital para iniciar el proceso. Ese empujón lo dio finalmente PRC SAU, empresa minera estatal que tiene los activos de Potasio Río Colorado y que compartirá el riesgo exploratorio con Guillermo Re Khül, titular de Hierro Indio S.A.
Según informaron desde las compañías, probablemente la próxima semana se espera que estén entrando a la zona del yacimiento los primeros equipos de perforación.
De esta forma, y después de más de 15 años, se hará exploración minera en Mendoza con el yacimiento ubicado en el departamento de Malargüe, cuya Declaración de Impacto Ambiental es -hasta ahora- la única que fue aprobada en la Legislatura con la ley antiminera en vigencia.
Plazos e inversiones
Tal como sucede en el caso de Cerro Amarillo, la ventana de buena condición meteorológica que permite trabajar se extiende entre diciembre y marzo, por lo que en el segundo trimestre del próximo año podría haber algunos resultados para saber cuánto hierro existe en la mina y qué potencial existe para extraerlo.
A diferencia de su par de cobre que está en la Legislatura, esta exploración es mucho más barata y ronda el millón de dólares, mientras que para el caso de Cerro Amarillo estaríamos hablando de -por lo menos- una inversión diez veces mayor.
En entrevistas anteriores Emilio Guiñazú apuntó a un escenario mínimo de producción de 100.000 toneladas anuales, lo que implicaría poner en marcha un proyecto pequeño. Desde Hierro Indio SA, el titular de la compañía, Guillermo Re Khül, es más optimista y apunta a reservas por 15 millones de toneladas de mineral de hierro en una de las canteras que tiene la mina.
Según su proyección de reservas geológicas, en las 48 hectáreas de la denominada cantera 4 espera conseguir 15 millones de toneladas entre la suma de probables y posibles. En tanto, en las canteras 2 y 3, que cubren una superficie de 52 hectáreas, apunta a reservas de 6 millones de toneladas. Entre toda la zona aspira a 21 millones de toneladas, pero asegura que si en el futuro se hacen más exploraciones puede encontrar mayor cantidad de mineral.
Fuente; Memo