Así lo dijeron voceros de la firma canadiense durante una recorrida por el valle del Cura.
Jáchal, San Juan.- LA NACION fue el único medio nacional que compartió una visita organizada por la Barrick a Veladero, el yacimiento a 5000 metros de altura en el valle del Cura y apenas a cuatro kilómetros del lado argentino del proyecto Pascua Lama, que la firma canadiense suspendió hace tres años por la decisión de la justicia y la Superintendencia del Medio Ambiente chilenas ante la detección de daños ambientales.
Miguel Martín, gerente de Comunicaciones de Barrick Argentina, deslizó que la intención es revitalizarlo explotando el 25% del yacimiento del lado argentino.
El recorrido original sólo preveía la visita al valle de lixiviación donde se produjo, el 8 de septiembre pasado, el segundo incidente. Por pedido de este medio se agregó una parada en el socavón Filo Fernando, que está operando en las fases 3 y 4, tiene una profundidad de 645 metros.
El diseño considera la explotación hasta la fase 7, terminando con un tamaño de 2000 metros por 1000 metros y una profundidad de 735 metros.
Desde 2006 -cuando comenzó la explotación- se realiza una voladura diaria; la mina tiene dos socavones, Filo Fernando y Amable, que se agotó; fue explotado en tres fases y terminó con un tamaño de 1100 metros por 700 y una profundidad de 540 metros. A Martín le gusta graficarlos como «una manzana mordida por dos lados», en referencia al cerro comido por las explosiones.
Aunque de manera permanente sobre las «escombreras» (montañas de residuos de la explotación) hay una nube de polvo en suspensión y la compañía usa 250.000 litros de gasoil diarios, desde la empresa y la provincia aseguran que no hay impacto en el ambiente glaciar y periglacial.
«No hay impacto»
Según un inventario de glaciares de 2010 que hizo San Juan -no permitió que lo hiciera el Ianigla, instituto especializado del Conicet- hay 350 km2 de glaciares en el valle del Cura (esa zona tiene 25.000 km2 y la cordillerana, 15.000 km2).
«No hay impacto; además es difícil pensar que esa superficie pueda compensar el resto de la cuenca; no salvará a las generaciones futuras», afirmaron los funcionarios.
La Barrick sostuvo que a sus estudios -algunos previos y otros posteriores a la ley de presupuestos mínimos de glaciares- los hizo el Ianigla y que incluye «todas las geoformas» en las áreas de Veladero y Lama, también las del ambiente periglacial. «Comprueban claramente que no hay afectación, e incluso hay un plan de protección y preservación y uno de monitoreo que permite controlarlas permanentemente», sostienen en la empresa minera.
La Nación