Es el poderoso grupo Luksic, controlante de la mayoría de la minera Pelambres, juzgada en San Juan por arrojar material y cubiertas del lado argentino. Por Sebastián Saharrea.
Pelambres es el nombre de una de las minas más importantes de cobre del mundo, ubicada a pocos pasos del límite con San Juan. Desde hace un par de años estalló un conflicto con Argentina y San Juan por los residuos de ese proyecto arrojados del otro lado, que la compañía adjudicó a un error de demarcación pero derivó en un diferendo penal y otro civil con la dueña de Pachón, que la acusa de usurpar su propiedad.
Ambos procedimientos están en marcha, e incluyeron el aterrizaje en San Juan para declarar en los juzgados federales de tres de los máximos ejecutivos de la mina. Ahora la novedad es que el grupo controlante de Pelambres está interesado en concretar un millonario negocio energético en Argentina: la compra de todas las estaciones de servicio Shell en el país, que la multinacional holandesa que fuera dirigida por el actual ministro de Energía y Minería de la Nación Juan José Aranguren tiene a la venta.
Así se conoció y publicó en los ambientes de negocios nacionales e internacionales. El grupo Luksic es un poderoso conglomerado empresario chileno de origen croata que despliega sus negocios en el sector bancario (son dueños mayoritarios del Banco de Chile), bebidas (varias cervecerías) y energía.
También controlan el 65% de Antofagasta Minerals, uno de los más importantes grupos privados en la minería del cobre a nivel mundial. Antofagasta dispone del 60% de Minera Los Pelambres, ubicada en la provincia chilena de Choapa justo a la altura del sanjuanino departamento Calingasta.
Justamente esa localización de la mina chilena tan cercana al límite con Argentina derivó en un escándalo mayúsculo cuando se conoció que el material descartado de la operación de la mina fue arrojado del lado argentino del límite, juntamente con una importante cantidad de cubiertas inutilizadas.
La empresa chilena argumenta que se trató de un error en la demarcación porque sostiene que fue advertida del error con posterioridad a la construcción del botadero del lado argentino. Su contraparte de Pachón sostiene que se trató de una acción deliberada, y por eso le inició una demanda civil, además de la penal en curso ante la posible comisión de delitos.
Pelambres inició un proceso para retirar los neumáticos, pero aún no responde a la intimación argentina para retirar también el material, ante la posible generación de focos de contaminación. A los que los chilenos se resisten ante el altísimo costo que esta operación supone. La relevación derivó en dos expedientes judiciales en la justicia federal con asiento en San Juan.
Ahora, el grupo Luksic vuelve a ser noticia en el país con la novedad de su interés en la propiedad de la ex empresa del ministro Aranguren. Los portales económicos mundiales tomaron nota de eso a fines de la semana pasada, junto a la adquisición de Luksic del 3% del paquete accionario del Banco Popular español.
Según el Diario Financiero de Santiago, Luksic presentó una oferta de U$S1.000 millones por las 600 estaciones de servicio que tiene la Shell en la Argentina. Lo hizo 6 años después del primer intento de desembarco en la misma empresa, que se frustró en 2011.
El mismo medio señala que caja no le falta: entre depósitos en efectivo, saldos en bancos, plazo fijos e inversiones con retorno, dispone de una caja de U$S 680 millones con que materializar el negocio.
Shell puso en venta la refinería de Dock Sud, en el partido bonaerense de Avellaneda, la única que mantiene en Sudamérica, y la red de estaciones de servicio, después de una revisión estratégica y un plan de desinversión global de U$S 30.000 millones, para reducir su deuda después de la adquisición la petrolera británica BG Group plc.
Royal Dutch Shell trabaja con Credit Suisse Group AG en las escisiones en la Argentina, donde los activos de exploración y producción de petróleo y gas no están incluidos, ya que las inversiones en Vaca Muerta siguen siendo una prioridad.
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