Las nuevas soberanas de la minería tienen la intención de incorporarse a la actividad desde el punto de vista geofísico y deportivo. Aprovecharon el backstage de la producción para conocerse, compartir sensaciones y decidir dónde viajarán juntas.
Simpáticas, hiperactivas y con un gran sentido del humor, estos son algunos rasgos en común que poseen Irina Rubio y Alba Olguín, las nuevas soberanas de la minería 2017. En una producción exclusiva para CUYOMINERO, realizada en los jardines del Hotel Villa Don Tomás, las jóvenes aprovecharon el tiempo de maquillaje y peluquería para conocerse, interiorizarse sobre la actividad y compartir experiencias del festejo que tuvo lugar el pasado 24 y 25 de noviembre en la localidad sarmientina de Los Berros.
Ambas coincidieron en que su intención es incorporarse a la actividad minera luego de capacitarse y concluir sus estudios universitarios y terciarios. “Me encantaría poder trabajar como geofísica en el campo de la minería o de la industria petrolera”, indicó la nueva reina de los trabajadores mineros. Por su parte, la nueva virreina también adelantó que su intención es sumarse a la industria minera pero desde el aspecto físico y sus futuros conocimientos en materia de Educación Física. “Sería increíble tener la posibilidad de trabajar para alguna empresa en materia de acondicionamiento físico del personal”, expresó Alba. Una de las conversaciones más extensas se basó en el destino del viaje que ambas ganaron tras la coronación. “Me encantaría conocer el sur del país”, dijo Irina, mientras terminaban su maquillaje. “Sé que las chicas que ganaron el año pasado viajaron una semana a Mar del Plata”, retrucó Alba. “No sería mala idea pasar una semanita en la playa”, expresó la virreina con una risa contagiosa.
El festejo que año tras año reúne a todos los actores la actividad minera en Los Berros fue nuevamente un éxito según indicaron fuentes de la organización, con una participación de más de 10.000 personas entre las dos noches del evento. “La verdad es una fiesta enorme, donde van miles y miles de personas. Es un festejo único que como nuevas reinas vamos a tener que salir a difundir y mostrar no solo por San Juan, sino en otras provincias”, comentó Irina, detrás de la puerta donde se probaba el vestuario y acomodaba su capa y corona. Por su parte, Alba recordaba los pormenores de la elección ante la risa de los estilistas que retocaban su maquillaje y comentó: “Cada vez que hacia una pasada me daban muchas ganas de reírme, porque estaba toda mi familia y amigos gritándome y alentándome, pero los nervios me hicieron mantener la compostura. Aunque debo admitir que había tanta gente, tantas luces y demás que cuando desfilaba me olvidaba de qué lado me habían dicho que debía ponerme”.
Diario de Cuyo