“Tratamos que no se vaya ninguna empresa”

La provincia de Salta se ha convertido en una de las más afectadas por el incremento de los contagios de COVID-19 en Argentina en las últimas semanas, lo que ha comenzado a impactar en las operaciones de los proyectos mineros metalíferos y de litio que hay en su territorio.

En una entrevista con BNamericas, el secretario de Minería local, Ricardo Alonso, analiza las consecuencias que está teniendo en el sector la pandemia y las restricciones a la compra de dólares impuesta por el Banco Central.

BNamericas: ¿Como está afectando la pandemia las operaciones?

Alonso: Hay muchos proyectos que están ralentizados. A los empleados tienen que hacerles el PCR, pero el problema es que no hay dónde, porque los laboratorios no tienen capacidad. Entonces no pueden subir a las minas. La situación es más que difícil. Nadie sabe cómo actuar, ni el gobierno, ni el Comité Operativo de Emergencia (COE), ni nosotros. En la Secretaría, tenemos que resolver los problemas y velar por que las empresas puedan seguir trabajando. Además, cada análisis cuesta 10.000 pesos (US$132) que, multiplicado por 500 personas, es una fortuna para las compañías que quieren seguir medianamente con los campamentos en los proyectos que se están desarrollando.

BNamericas: ¿Cuál es el nivel de actividad?

Alonso: Se está trabajando a un 50% de lo que era el sistema original. Hay movimiento, las empresas siguen operando, pero no es lo que era antes de marzo. También, los ralentiza que los técnicos que tienen que construir las plantas piloto son extranjeros y no los pueden traer. Eso hizo que varias firmas hayan tenido problemas, ya que eso no se puede resolver por Zoom. Esto le pasa a Posco, que son coreanos y han desarrollado todo con su tecnología. Lo mismo le ocurre a Eramet, con los franceses.

BNamericas: ¿En qué situación se encuentran los campamentos?

Alonso: Todos tuvieron contagios por los que fueron llegando de afuera: les dio negativo el PCR pero unos días después ya estaban con positivo. Se han tenido que ir reduciendo, porque no es como un taxi que le ponés un plástico en el medio. Hay que tomar otras medidas de bioseguridad para tratar de evitar los contagios.

Se intensificaron todos los protocolos, no sólo para los que están sino para los que hacen la provisión. Una de las cuestiones de la Puna es que si bien cada puesto de trabajo directo te da muchos indirectos, por otro lado hay muchos proveedores mineros que traen el catering, el combustible y todo lo que se necesita en un campamento, que pueden venir tranquilamente infectados, siendo asintomáticos. El drama es cómo saberlo. Por eso, se fueron recrudeciendo cada vez más las medidas: los PCR de subida y bajada y 21 días de roster.

BNamericas: ¿Qué fue lo que cambió con la vuelta a la fase 1 de la cuarentena?

Alonso: Tienes que armar a la gente, aislarla en hoteles que cuestan caro y derivarlos. Hoy, el sistema sanitario de Salta está colapsado, por eso se llamó a una nueva cuarentena de catorce días. El problema es que no hay ni una cama disponible en toda la provincia. Hacemos lo humanamente posible y estamos trabajando para lograr que las empresas que están se queden y, una vez superado este tema de la pandemia, puedan terminar los proyectos, que están muy avanzados.

Estamos viendo si se va a cambiar la normativa ya que, al haber circulación viral, ya no tiene sentido hacer PCR. Estamos pidiendo que el COE saque una resolución, para que se usen sólo los tests rápidos, tanto para subir como para bajar de las minas. De ninguna manera, queremos que se frene lo que se está haciendo. Al contrario, buscamos mantener y, si se puede, mejorar eso todavía.

BNamericas: ¿Cómo ha impactado el recrudecimiento del cepo cambiario?

Alonso: Esto te cambia las reglas del juego. Las empresas te comentan: ‘Acá, nunca hay reglas claras’. Un día te dicen una cosa, al día siguiente otra. Hoy podés comprar dólares y mañana, no. Un día te los reciben a tanto y, al otro, no te los aceptan. Podés girar utilidades y después no. ¿Cómo pagás las cosas que importás y las que exportás? Es una sinergia de negatividades.

BNamericas: ¿Hay proyectos que podrían suspender los trabajos por estas medidas?

Alonso: No, por suerte, pero todo patea para el lado negativo. Esto es nuevo y cada compañía está analizando su propia realidad. Todos muestran mucha preocupación por los cambios normativos. No hay reglas claras, hay inseguridad jurídica, y te empiezan a mirar con desconfianza. A mí, me preguntan a veces: ‘¿Cuál es su política para atraer inversiones?’. No me hables hoy de atraer inversiones, estamos tratando de que no se nos vaya ninguna empresa; conservar las que tenemos.

BNamericas: ¿Qué perspectivas hay con los proyectos de litio?

Alonso: Están todos avanzando, pero a paso lento porque adelantan dos pasos y retroceden uno.

Millennial Lithium está trabajando en Pastos Grandes y Lítica, en la exploración profunda del Salar de Pozuelo y algo en Pastos Grandes, aunque que con muchos problemas de contagio. El proyecto de Posco, en Salar del Hombre Muerto, está avanzando muy bien y ya tiene la planta piloto casi terminada y el de Diablillos está en una etapa de preproducción. En el Salar de Rincón, Puna Mining generó por primera vez carbonato de litio grado batería, y Rincon Ltd está viendo de cambiar la tecnología original, por una más compleja.

Las mineras metalíferas ya deberían haber entrado en producción a principio de año y con suerte pueden llegar a hacerlo a fin de año, como Lindero, de Mansfield.

Fuente: BNamericas

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