En breve dará inicio la carrera de Electromecánica industrial en San Antonio de los Cobres, que ya cuenta con más de 200 preinscriptos. La principal búsqueda es para puestos técnicos.
A partir del 3 de mayo, más de 23 mil ingresantes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) darán inicio a sus carreras universitarias. Las elecciones de les jóvenes siguen colocando a las carreras de la facultad de Ciencias de la Salud y Ciencias Exáctas como las más demandas, sin embargo, la apertura de nuevos planes de estudio también se adaptan a un contexto salteño que piensa a la minería como un centro de profesionalización de diferentes actividades, principalmente en la Puna salteña.
Así es que este año se dará inicio a la Tecnicatura Universitaria Industrial Electromecánica en la localidad de San Antonio de los Cobres (Los Andes), al oeste cordillerano de la provincia de Salta. Desde el 2019 que se viene gestionando esta oferta educativa que comenzará sus clases el próximo 19 de abril con al menos 200 inscriptos de la zona.
El decano de la facultad de Ingeniería, Héctor Raúl Casado, dialogó con Salta/12 y contó que dicho plan de estudio fue aprobado a fines de 2019, constituyendo una oferta de pregrado con una duración de 3 años y que depende de la carrera de Ingeniería electromecánica de su facultad. Afirmó que el inicio de la tecnicatura es la culminación de un proyecto que «estuvimos bregando por mucho tiempo» ya que un objetivo era «llegar con carreras de impacto en la zona».
La urgencia se daba principalmente por el contexto geográfico de San Antonio de los Cobres, que se ubica a 164 kilómetros de la ciudad de Salta, y a una altitud de 3775 metros sobre el nivel del mar, siendo el centro urbano más elevado del país tras El Aguilar, en la provincia de Jujuy.
La otra cuestión es que en la zona existe el mayor porcentaje de actividad minera de la provincia. Casado aseguró que las empresas presentes demandan constantemente personal capacitado de asistencia, sea para los ingenieros o para el desarrollo autónomo de determinadas tareas. Por eso dijo que la apertura de la tecnicatura es una «profesionalización de una franja que está faltando en el país».
«Hay profesionales en distintas áreas pero faltan técnicos», indicó, considerando que quizás la desaparición de los mismos se dio por políticas erradas en las gestiones anteriores en toda la Argentina. Ante ello, sostuvo que es «muy importante» rehabilitar las tecnicaturas.
La historia de la tecnicatura universitaria guarda su momento más importante cuando el rector de la UNSa, Víctor Claros, firmó el convenio y el acta compromiso con el Ministerio de Educación de la Nación para que comience a funcionar la carrera. Incluso no se debió invertir en la construcción de un espacio físico, dado que durante el último gobierno de Juan Manuel Urtubey se logró levantar un nuevo edificio para la escuela técnica que funciona en la localidad, permitiendo que la antigua sede sea cedida a la Municipalidad para el funcionamiento de la carrera universitaria. El intendente de ese momento era Leopoldo Salva.
Casado también contó que en San Antonio existe una alta tasa de suicidios en los jóvenes, y consideró que una de las razones se debe a la «falta de horizontes» que se pueden dar en el lugar. Ante ese contexto, «hicimos el plan de estudio, lo presentamos a Nación, se aprobó el plan y también el presupuesto para el manejo del personal», describió. Si bien todas las gestiones iniciaron en gobiernos provinciales y municipales anteriores, la culminación también encontró la colaboración del actual intendente Alberto Carral y la diputada provincial Azucena Atanasia Salva (hermana del ex intendente).
Tanto personas de la zona como las propias empresas mineras «quedaron muy convencidos de que esto era una necesidad», indicó Casado. Por lo pronto, la tecnicatura «ha creado una expectativa enorme en los chicos que hoy están estusiasmados con su inicio». Aún así, todavía se carece de cierto equipamiento, como laboratorios, que deberán solucionarse en los próximos meses debido a que el primer cuatrimestre tendrá una modalidad virtual.
Cambiar la matriz económica
De las gestiones de la carrera técnica también participó la empresa de Recursos Energéticos y Mineros de Salta (Remsa). Su director Alberto Castillo sostuvo que uno de los objetivos con la carrera es una sustentabilidad que permitiera «a las comunidades ponerse en el lugar principal», es decir, que sean los lugareños de la zona a quienes se les brinde el acceso a la profesionalización. Esto de se debe a que muchas de las empresas mineras contratan técnicos externos.
«Son los actores principales del lugar y para que participen se debe dar una formación con un trabajo fuerte en la educación», detalló. Por eso dijo que no sólo se trata de propuestas vinculadas a la minería sino a carreras técnicas que permitan el manejo de maquinarias o reparación de infraestructura, tareas de las cuales existe escasa mano de obra cercana. En ese sentido, Castillo afirmó que la minería «tiene que ser un pulsor de la actividad económica y otras actividades«.
«Cuando un proyecto minero comienza su desarrollo, este proyecto genera actividades conexas que son tan importantes como el propio proyecto minero», especificó. Además, de la tecnicatura de la UNSa, contó que la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo Universidad (Umet) se comunicó con Remsa con la intención de «bajar carreras cortas y con amplia salida laboral» en el tema de la minería.
Castillo dijo que con la activación de cada proyecto minero de envergadura puede llegar a contar con más de 500 puestos de trabajo. El titular de la empresa aseguró que «Salta en los próximos 4 años va a cambiar su matriz económica a causa de la minería«, generando fuentes laborales que «mejoren la calidad de vida» de la zona con actividades y obras de infraestructura.
Elegir carreras en pandemia
Con las preinscripciones cerradas en la UNSa se pudo saber que las carreras más elegidas hasta el 15 de marzo, fueron en primer lugar a la licenciatura en Nutrición (2,088) y la licenciatura en Enfermería (2,406) de la facultad Ciencias de la Salud. De la facultad de Ciencias Económicas, las carreras preferidas fueron la de Contador Público Nacional (1,214) y la licenciatura en Administración de Empresas (1162).
De Ciencias Exactas, lo fue la licenciatura en Análisis de Sistemas (792) y la Tecnicatura Universitaria en Programación (890), mientras que en la facultad de Humanidades, lideró la licenciatura en Ciencias de la Educación (616) y la licenciatura en Ciencias de la Comunicación (581). Por último, en la facultad de Ingeniería quedó en primer lugar Ingeniería Civil (592) y en la facultad de Ciencias Naturales: Ingeniería Agronómica (490).
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La licenciada en Recursos Humanos, Ileana Nieto, aseguró ante Salta/12 que el contexto de pandemia y el aprendizaje que dejó el 2020, influyó a la hora de elegir una carrera profesional. «Más allá de ser una decisión determinante en la vida profesional de uno, también se evalúa qué oportunidades ofrece una carrera en un futuro inmediato y si cuenta con una salida laboral rápida y de inserción dentro del mercado laboral local«, indicó.
Si bien, la licenciatura en Enfermería sigue primera en la lista desde hace algunos años en Salta, la pandemia de Covid-19, «mostró a los trabajadores de la salud como los héroes del momento», por lo que consideró que las etapas de aislamiento y de incertidumbre, seguramente influyó «en la decisión de un estudiante a comenzar ese camino que nos marcó a todos y sobretodo nos demostró que los necesitamos». Además, aseguró que existe una amplia inserción laboral de esta carrera y se mejoraron sus condiciones laborales en este contexto.
Por otro lado, las carreras como licenciatura en Análisis de sistemas y la tecnicatura en Programación son muy elegidas por sus «excelentes oportunidades laborales» y también por su rápida inserción laboral. Nieto sostuvo que más allá de estos motivos, se despertó un mayor interés de las personas por el uso de herramientas informáticas, de nuevas tecnologías de comunicación y de gestión de tareas cuando se comenzó a trabajar remotamente.
En ese sentido, precisó que la pandemia afectó a empresas y personas de todas las generaciones, que a partir del Aislamiento Obligatorio (ASPO) comenzaron a comunicarse a través de programas básicos como las redes sociales, o las plataformas más innovadoras del mundo tecnológico.
Afirmó que el trabajo remoto se implementó en empresas y organizaciones como nueva modalidad de trabajo «sin opción para muchos» y «para poder paliar la crisis económica ocasionada por la situación». Mientras que los docentes, los padres y los alumnos se arreglaron para interactuar en mediante las clases virtuales. Y, en tanto, los más jóvenes, como las generaciones de los millenials y centenialls «que crecieron con la tecnología y conectividad constante, se acomodaron a la situación más rápido».
La licenciada en Recursos Humanos, manifestó que en general «creció el interés y la necesidad de capacitarse en áreas de informática para sobrevivir y acomodarse a las nuevas modalidades tecnológicas que llegaron para quedarse«.
Página 12