Los precios del cobre subían el viernes, pero se encaminaban a terminar la semana con una ligera baja, ya que los operadores ponían en la balanza las expectativas de una sólida demanda en China y el pesimismo sobre la economía mundial.
Los datos sobre la inflación en Alemania y Japón del viernes, más las declaraciones de los banqueros centrales europeos y estadounidenses de esta semana, sugieren que continuarán las subidas rápidas y económicamente perjudiciales de las tasas de interés.
Los inversores se mostraban cautos, lo que provocaba una caída de la renta variable y la subida del dólar, que, a su vez, presionaba a los metales, que cotizan en dólares.