Las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura emitieron un coomunicado en el que se repudia la «política minera nacional y provincial», y advierten que se podría reactivar la extracción de uranio en San Rafael.
Ambientalistas antimineros advirtieron sobre una posible reapertura del Complejo Minero Fabril Sierra Pintada, ubicado en San Rafael, que durante los últimos años estuvo en la mira de la justicia por el pasivo ambiental que quedó tras su última explotación.
«El desarrollo del plan nuclear nacional implica aumentar el abastecimiento con mineral de uranio para las nuevas plantas y centrales existentes, por ello, se estaría intentando la reapertura del establecimiento fabril minero uranifero de Sierra Pintada en San Rafael (Mza.) sin haberse concluido el Plan de Remediación Total. Actualmente la planta se encuentra paralizada por la Justicia», indicaron los ambientalista en el comunicado, difundido ayer por diferentes grupos.
El plan nuclear al que hacen referencia es la construcción de las plantas Atucha III, en Buenos Aires, y Sierra Grande en Río Negro. De hecho, el tema se trató durante la visita del presidente Mauricio Macri a China, en la que fue acompañado por Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro.
Los ambientalistas consideran que las nuevas plantas llevarán a la reapertura de Sierra Pintada, que ya fue explotada durante 22 años, y dejó un pasivo ambiental que todavía no se soluciona. Sus temores tienen asideros en la realidad, ya que la Comisión Nacional de Energía Atómica, en su página web, pondera la importancia del complejo, y la necesidad que existe de extraer las 6.500 toneladas de uranio que todavía quedan en la zona.
Peligro ambiental
Durante el 2015 la Auditoría General de la Nación llamó la atención sobre la contaminación que todavía generaban los desechos de la mina, que no funciona desde 1997. Entre los numerosos problemas que se presentaban, se destacaba que los residuos y pasivos ambientales que dejó la mina seguían acumulados y sin el tratamiento ambiental para remediar esa contaminación.
«No se observan avances en la gestión integral de pasivos ambientales; no se ha tratado ninguno de los pasivos prioritarios (agua de cantera (AC) y residuos sólidos (RS) dispuestos transitoriamente en tambores) aunque se ha avanzado en la realización de obras que permitirán su tratamiento», concluyeron los auditores. «La CNEA no realizó estudios del impacto del Radio y el Uranio sobre la flora y fauna en el CMFSR desde el año 2002», explicaban en el informe.
En ese momento había 5223 tambores «alojados transitoriamente en trincheras» con 14 toneladas de efluentes con uranio que son residuos de la planta de Dioxitex en Córdoba. Además había 1.050.000 m3 de colas de mineral, agua de canteras con alta concentración de uranio, radio y arsénico (por encima de lo permitido).
Mdz
