Del pico y la pala al mundo de las inversiones del gigante chino

El primer gran impulsor de esta industria fue Sarmiento. Su naturaleza se fue actualizando y ahora es un pilar económico.

La provincia de San Juan posee una larga historia vinculada a la minería desde la época precolombina. Sin embargo fue Domingo Faustino Sarmiento quien impulsó la actividad y vio en ella un motor de transformación productiva. En su criterio visionario sabía que los recursos mineros de San Juan detentaban un valor incalculable; pero que, sin instrucción y capacitación técnica sobre la industria minera, no sería posible su explotación de modo racional. Sarmiento buscaba pasar de los pirquineros de pico y pala a una industria que fuera fuente de desarrollo de la provincia y el país. La minería se había convertido en su interés personal: «En 1864 y en una de las cartas que le escribe a su hermana Bienvenida desde Chile, ya destaca la importancia que Sarmiento le daba a la minería. ¦Entre los tantos pedidos que te he hecho necesito que me mandes aquí inmediatamente mi primer mensaje a la Legislatura de San Juan, diciéndoles que debemos consagrarnos a las minas para salvarnos¦, dice en una de las cartas que se encuentran en el Museo Histórico de Sarmiento en Buenos Aires que fueron estudiadas por el Dr. Juan Mariel y que rescato para mi trabajo», afirmaba la escritora Mabel Benavidez en CUYO MINERO, en referencia a algunos de los antecedentes históricos contenidos en su libro «Oro y Plata en la historia minera de San Juan».

Son las bases que hicieron de la industria uno de los ejes transformadores de San Juan. Aciertos, complejidades. Legislación específica, tecnología. Medio Ambiente, licencia social. Personajes, historias. Inversiones canadienses y ahora chinas, con una empresa experta en minería subterránea como Shandong Gold tras la compra del 50% de Veladero.

Pasado minero. Las minas de Castaño Viejo y Castaño Nuevo tuvieron gran incidencia en la minería nacional desde el ’50 al ’65, con yacimientos polimetálicos de alta ley y con sus propias plantas de tratamiento.

El desarrollo de la minería en la provincia partió desde su rama no metalífera a partir de los años posteriores al terremoto del ¦44. El Fondo de Fomento Minero aplicado por Perón en 1946 dio lugar al surgimiento del Departamento de Reconstrucción, cuya finalidad fue la búsqueda de lugares potenciales de explotación de áridos para la reconstrucción de la ciudad. Por este motivo se le encomendó al ingeniero Groeber que estudiara las principales vías de acceso a los potenciales yacimientos: Quebrada de Juan Pobre (Zonda), La Rinconada (Pocito), Santa Clara (Sarmiento) y Sierra Chica (Zonda), los estudios también se prolongaron hasta la Quebrada de la Flecha, en los Berros. El objetivo fue identificar los depósitos calcáreos para la fabricación de cemento, las arcillas (cerámica) y las rocas de aplicación. Es así que el desarrollo de la minería de roca de aplicación fue significativo durante este período. Los fondos tuvieron un acompañamiento en materia de capacitación y profesionalización de la actividad, ya que el mismo año se crea el Instituto de Investigaciones Mineras, en el ámbito de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo, que pasó a formar parte de la Universidad Nacional de San Juan con su creación en 1973.

En la década del ’60 la prospección y la exploración comienzan a movilizarse a través del «Plan Cordillerano», tras un convenio entre Fabricaciones Militares y el Fondo Especial de Naciones Unidas, mediante el cual se relevaron 128.000 km2 de superficies montañosas entre las provincias de San Juan, Mendoza y Neuquén. Esto significó una evolución tecnológica en la época con la realización de fotogravimetría (fotografías aéreas de terreno), fotointerpretación y realización de mayas topográficas para la ubicación y descripción de anomalías, tarea que se desarrolló desde el 66 al 68. «Los primeros resultados de la fotointerpretación y las pruebas geoquímicas y geofísicas confirmaron importantes perspectivas de existencias de cobre, como en la región de La Honda, El Mercedario y en una zona próxima a la frontera con Chile», decía parte del informe publicado en la columna de opinión de DIARIO DE CUYO del 30 de mayo de 1968.

LA PRIMERA LIXIVIACIÓN

En 1980 se lleva a cabo la primera experiencia en San Juan y en la Argentina, de usar el cianuro para el proceso de lixiviación en pilas con los relaves de Hualilán y en Marayes en 1985. En el ¦84 inician los primeros estudios en la zona de Valle del Cura bajo la operatoria de la compañía Barrick, que luego pondrá en funcionamiento a Veladero.

En los ¦90 comienza a tomar forma la legislación que permitirá el desembarco de inversiones extranjeras en materia minera en el país. El paradigma de las nuevas leyes argentinas dirigidas a la minería lo constituye la Ley Nacional 24.196, o Ley Nacional de Inversiones Mineras, aprobada en 1993 con el voto unánime de ambas cámaras. La ley establece estabilidad fiscal durante treinta años a partir de la presentación del proyecto de estudio de factibilidad, aplicable a todas las empresas que quieran desarrollar la minería en la Argentina.

Huellas de historia. En 2006 la Cámara de Diputados declaró por ley como Monumento Histórico Provincial a las Ruinas de Hilario, la primera planta de fundición de metales del país por iniciativa de Sarmiento como gobernador.

De esta forma desde principios de la década surgieron empresas y consultores que motorizaron inversiones de riesgo, muestreos y mapeos geológicos. Se trata de firmas con capitales extranjeros (canadienses y australianos principalmente) que dieron lugar al nacimiento de las tres minas metalíferas actualmente en producción de San Juan: Veladero en Iglesia, Gualcamayo en Jáchal y Casposo en Calingasta. Veladero produce metal doré desde octubre de 2005, Gualcamayo desde marzo de 2009 y Casposo desde octubre de 2010.

La irrupción de la gran minería en San Juan en el nuevo milenio significó sin dudas un impacto económico y social en la comunidad. Términos como licencia social, responsabilidad social empresaria, regalías mineras, proveedor minero, sustentabilidad, medio ambiente y contaminación, entre otros, comenzaron a estar presentes en las charlas de los sanjuaninos.

En los claustros universitarios carreras de la rama de la ingeniería y la geología, otrora consideradas como difíciles, comenzaron a tener adeptos e incluso se crearon tecnicaturas en las zonas de influencia como Jáchal e Iglesia. Empiezan las capacitaciones en el uso de maquinaria pesada y con el desarrollo la minería subterránea en Gualcamayo primero y Casposo después, las empresas incorporan simuladores de última generación para la formación de los operarios.

Escuchar a una vecina decir «mi marido está arriba y baja la semana que viene», empezó a ser cotidiano y no necesita de mayor explicación para saber que el marido fue a trabajar a la mina Veladero; de las tres en producción, emplazada a 4.500 msnm, la más alta de todas.

Resulta inevitable que en los ejemplos de cotidianeidad teñida de minería, aparezca Veladero. La mina iglesiana es y será el paralelo en lo que a gran minería se refiere. Por la transformación productiva y tecnológica que significó para la provincia (grandes maquinarias, especialización en recursos humanos y hasta un generador eólico), por su implicancia económica (en el período 2004 a 2011 la participación de San Juan en el PBI nacional pasó del 0,96% al 1,29%) y porque en septiembre de 2015 puso a la provincia en el tapete: en el Valle de lixiviación se volcó un millón de litros de agua contaminada con solución cianurada. Como consecuencia, Barrick fue multada con $145.696.000. «Tuvimos un incidente grave que comprometió la licencia social, pero si ponemos voluntad y mucho trabajo lo debemos poder revertir», reconoció el ministro de Minería, Alberto Hensel, en una entrevista a CUYO MINERO por el día de la minería el año pasado. Ya en esa entrevista, el máximo representante de la cartera minera adelantaría un sistema de control que sería aplicado tiempo después: el control remoto de los laboreos mineros mediante cámaras de filmación.

En lo profundo. Gualcamayo también se explota en modo subterráneo. El régimen de un minero subterráneo es 7,45 horas efectivas en el interior de mina de un total de 12 que componen la jornada de trabajo.

El 8 de septiembre de 2016, un año después del primer derrame, se produjo un nuevo incidente de similares características, con gran conmoción en la población y con la decisión gubernamental de suspender la actividad en la mina. Marzo de este año tendría un nuevo incidente como consecuencia de la desconexión de un caño; motivación para que el gobernador Sergio Uñac condicionara la continuidad de la empresa en la provincia.

A días del hecho se oficializó el anuncio de la venta del 50% de Veladero por parte de Barrick a la minera china Shandong Gold en una operación por US$ 960 millones.

Se trata de una de las mayores inversiones de la empresa china en nuestro país, un «joint venture» que la habilita a participar de la reactivación de Lama, parte integrante del proyecto binacional Pascua Lama que ya le insumió a Barrick la friolera de u$s7.000 millones. La intención de la firma china, experta en minería subterránea, es reflotar Lama mediante este tipo de explotación y a menor escala. La iniciativa está en evaluación y los resultados se esperan a más tardar en septiembre, en un contexto en el que Pascua sigue suspendida y Lama se halla en etapa de prefactibilidad.

 

Los momentos clave

Bases de la enseñanza

El 15 de marzo de 1865 comienzan a dictarse las primeras clases de Mineralogía, asignatura que es agregada al plan de estudios del Colegio Nacional de San Juan, por instancia de Sarmiento por entonces gobernador. El objetivo se concreta en 1871 cuando nace el Departamento de Minería, anexo al Colegio Nacional. En 1877, sobre estas bases se crea la Escuela Nacional de Ingenieros de San Juan, la única de su tipo en el país.

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Impulso a la exploración

El programa de exploraciones mineras del ‘Plan Cordillerano‘ durante la década de los °60 consideró cuatro zonas de interés en San Juan: Quebrada de La Honda, Arroyo de La Honda, Teatinos y El Leoncito. El área abarcaba más o menos unos 10 mil km2; Herbert Hawkes fue el norteamericano experto en exploraciones que llegó a la provincia para esta tarea, por sus conocimientos en la tecnología que comenzó a aplicarse.

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Lixiviación, primera pruebas

El proceso de lixiviación desarrollado en Hualilán en los °80 fue estudiado luego por el Instituto de Investigaciones Mineras de la UNSJ y sería luego el método aplicado a gran escala en Farallón Negro, Catamarca, para beneficiar el mineral con bajo contenido de oro. El proceso consistía en utilizar los relaves, peletizarlos, apilarlos sobre áreas impermeabilizadas, lavarlos con la solución cianurada y recuperar el metal.

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Modificación al Código

En 1995 llegó la Ley N° 24.585 o de Protección Ambiental para la Actividad Minera que modificó el Código de Minería en relación a la protección del ambiente y a la conservación del patrimonio natural y cultural en el ámbito de la actividad minera en todo el país. Así la minería se transformó en la única actividad económica que en Argentina tiene reguladas por leyes especiales sus acciones en relación con el medio ambiente.

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Fondos para Obras

Desde 2008 en la provincia se implementó la figura del ‘Fondo Fiduciario para Obras de Infraestructura‘ que lo aportan las empresas, tras un acuerdo con el gobierno provincial, los emprendimientos mineros en producción. Durante los primeros dos años de producción deben aportar voluntariamente el 1% de la facturación bruta, en tanto que después del tercer año y hasta el cierre de mina, el aporte sube al 1,5%. El sistema fue luego replicado en otras provincias.

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El proyecto que no fue

Pascua Lama fue el primer proyecto minero binacional del mundo. El 7 de mayo de 2009 desde Presidencia de la Nación se anunció su construcción que inició a principios de 2010 con grandes expectativas por su impacto económico en el lado argentino. Por cuestiones medioambientales en el lado chileno y por factores externos, en 2013 se paralizó su construcción. Hoy la expectativa es reflotarla del lado argentino y en forma subterránea.

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De regalías y ‘boca mina‘

Con el inicio de producción de Veladero, San Juan percibe regalías desde el 2005 y es equivalente al 3% del valor de ‘boca mina‘ según establece el art. 22 de la Ley de Inversiones Mineras de 1993 y los decretos de 2003 y de 2004. El concepto de ‘boca mina‘ surge de restar al beneficio obtenido por la venta del metal, el costo de producción de ese metal. Sobre el resultado se aplica el 3% del tributo.

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Los descubridores

El geólogo Ricardo Martínez es considerado el descubridor de Veladero, mientras que su colega Mario Hernàndez lo fue de Gualcamayo. Hernandez se desempeña además en la empresa operadora -Minas Argentinas S.A- desde sus inicios. Eduardo Busso, por su parte, es considerado el descubridor de Casposo, tras las muestras positivas que obtuvo de las principales estructuras mineralizadas.

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Nacen las tecnicaturas

La gran minería en San Juan generó la necesidad de recursos humanos especializados. En 2010 debuta el Jáchal la Tecnicatura Universitaria en Exploración Geológica por demanda de la industria minera y significó el desembarco de la UNSJ con carreras en departamentos alejados. En 2012 inició el dictado en Calingasta y a fines de 2013 en Jáchal, egresó la primera camada de estudiantes integrada por diez alumnos.

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Bajo tierra

Gualcamayo y Casposo son las dos minas en producción que se explotan en forma subterránea. Gualcamayo se explota a cielo abierto y también de modo subterraneo desde 2013; el mineral se extrae de la zona Quebrada del Diablo Bajo Oeste. Casposo en sus años iniciales fue a cielo abierto y continuó con la explotación en minas subterráneas vetiformes a partir de 2014.

 

 

Diario de Cuyo

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