El Banco Mundial proyecta que el precio del barril del petróleo subirá a $56, los precios de los metales se estabilizarán, los precios del oro tenderán a subir y los precios agrícolas aumentarán, debido a una merma en la oferta.
En 2018, el precio promedio del petróleo será de USD 56 el barril, por encima de los USD 53 registrados en 2017
El Banco Mundial señaló hoy que, según los pronósticos, como resultado del aumento sostenido de la demanda, de los recortes en la producción acordados entre los exportadores de petróleo y de la estabilización de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, en 2018 el precio del petróleo aumentará de los USD 53 el barril registrados este año a USD 56, al tiempo que se estabilizará la suba de los precios de los metales.
En la edición de octubre de 2017 de su informe Commodity Markets Outlook(Panorama sobre los mercados de productos básicos), el organismo pronostica que en 2018 los precios de los productos energéticos básicos —petróleo, gas natural y carbón— subirán un 4 %, tras el considerable incremento del 28 % que experimentaron este año. Se espera que el índice de los metales se estabilice el próximo año, luego de que el aumento del 22 % de este año, producto de una corrección en los precios del mineral de hierro, se vea compensado por el aumento del precio de otros metales básicos. Se prevé que los precios de los productos básicos agrícolas, entre ellos los productos alimentarios y las materias primas, registrarán un modesto retroceso en 2017 y aumentarán ligeramente el próximo año.
“Los precios de la energía se están recuperando en respuesta al nivel de demanda sostenida y a la disminución de las existencias, pero mucho depende de la predisposición que muestren los productores de petróleo a ampliar los recortes en la producción”, afirmó John Baffes, economista superior y autor principal de Commodity Markets Outlook. “Los acontecimientos en China desempeñarán un papel importante en la trayectoria de los precios de los metales”.
La previsión del precio del petróleo revela una ligera revisión a la baja, no exenta de riesgos, en comparación con el pronóstico de abril. El suministro de productores como Libia, Nigeria y Venezuela podría ser inestable. Miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y otros productores podrían ponerse de acuerdo en reducir aún más la producción, manteniendo la presión al alza sobre los precios.
Sin embargo, de no renovarse el acuerdo podría producirse una baja de los precios; lo mismo sucedería si aumentara la producción en la industria del petróleo de esquisto estadounidense. Se espera que en 2018 los precios del gas natural aumenten un 3 % y que los del carbón retrocedan tras la suba de casi el 30 % registrada en 2017. Se prevé que las políticas medioambientales de China sean un factor clave que determine las tendencias futuras en los mercados del carbón.
Según los pronósticos, el próximo año los precios del mineral de hierro caerán un 10 %, aunque la escasez de oferta forzaría una suba de los precios de los metales básicos, como el plomo, el níquel y el zinc. Entre los riesgos de deterioro figuran un nivel de demanda de China inferior al previsto o la disminución de las restricciones a la producción en las industrias pesadas de ese país.
Se prevé que el año próximo disminuirán los precios del oro como consecuencia de las expectativas de aumento de las tasas de interés en Estados Unidos.
Se espera que en 2018 los precios agrícolas aumenten debido a la reducción de los suministros, y que el precio de los granos, los aceites y las harinas experimente un leve incremento. Los mercados de productos agrícolas básicos están bien abastecidos, y se prevé que en el caso de ciertos granos la relación entre las existencias y su uso (una medida del adecuado abastecimiento de los mercados) registrará valores elevados durante varios años.
Sin embargo, el hecho de que existan patrones climáticos favorables, mercados mundiales de alimentos bien abastecidos y precios mundiales relativamente bajos no implica necesariamente una amplia disponibilidad de alimentos en todas partes. Las condiciones de sequía —en algunos casos, las peores de los últimos 60 años— han causado la pérdida de cosechas en partes de Etiopía, Somalia y Kenya, y han provocado una grave escasez de alimentos. Como consecuencia de los conflictos en Sudán del Sur, Yemen y Nigeria, millones de personas se han visto expulsadas de sus hogares y otros millones han quedado en situación de emergencia alimentaria.
En el informe Commodity Markets Outlook del Banco Mundial se brinda un análisis minucioso de mercado de los principales grupos de productos básicos, como la energía, los metales, la agricultura, los metales preciosos y los fertilizantes. En esta edición se incluyen previsiones de precios hasta 2030 para más de 45 productos básicos. Asimismo, se proporcionan datos históricos sobre precios, además de balances sobre la oferta, la demanda y el comercio para la mayoría de los productos básicos.
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