Florencia, la primera mujer a cargo de la Producción en Bórax Argentina

 

Con solo 26 años y siendo su primer trabajo,  la ingeniera Florencia Dib Ashur, pasó a la historia de una empresa minera salteña. Es la primera mujer que lidera el área de Producción de Bórax Argentina.

Allá por 2015 Florencia llegaría a Bórax Argentina casi por casualidad. Se enteró por una amiga de una convocatoria que estaba realizando la empresa en la Universidad Nacional de Salta, sobre pasantías para alumnos de los últimos años de distintas carreras relacionadas con la actividad. La joven Ingeniera Química, que además fue uno de los mejores promedios de su año, hace poco se había graduado, pero de todas maneras apostó a enviar su Curriculum, con la esperanza de que la tuvieran en cuenta.

No solo quedó seleccionada, sino que, en poco tiempo, su contrato temporal terminaba para pasar de ser Administrativa Junior en Producción a Ingeniera de Procesos, puesto que ocupa actualmente y el cual llevó a que la eligieran para reemplazar y cubrir a Jefes de Producción.

Florencia siente que fue un orgullo y un enorme desafío que desde Bórax Argentina hayan pensado en ella para cubrir estos reemplazos que históricamente fueron ocupados siempre por hombres.

“Cuando estuve como jefa de función, experimenté diversas situaciones. Por momentos sentí que mi condición de ser la única mujer en campaña y ocupar un puesto que siempre fue liderado por hombres, me dificultaba un poco las relaciones con mis compañeros. Sentí la necesidad de demostrar que era igual de capaz que un hombre. En otros momentos me pasó todo lo contrario, en los equipos que me tocó manejar, noté una gran predisposición y un trato de igual a igual”, sostiene.

En el caso de sus Gerentes y Supervisores, Florencia, comenta que siempre la ayudaron y estaban atentos para darle una mano, no solo por ser su primera experiencia en el puesto, sino también por lo difícil que es liderar equipos y el manejo de personal, que “era su principal miedo”.

No tenía opciones claras hacia donde la llevaría su carrera y mucho menos trabajar en el sector minero, de hecho, conocía de la actividad por comentarios de sus compañeros que como materia optativa del último año, elegían “Minerales”, mientras que ella eligió “Petroquímica”. Así como no se imaginó el mundo minero, tampoco imaginó terminar haciendo turnos rotativos, trabajar de noche, subir al yacimiento y dejar su sello en la empresa como la única mujer hasta el momento en estar al frente de la Producción de una mina.

Un gran camino aprendido

A lo largo de estos 3 años, Florencia debió crecer muchísimo profesionalmente. El paso de la teoría a la práctica le brindó herramientas muy valiosas. “Como Administrativa junior en producción, empecé a ver el proceso, como se manejaban con la información, el cálculo de indicadores de producción, los análisis de datos. Cuando paso a ser Ingeniera de Procesos, mi trabajo se centró más en el seguimiento de variables en Planta; explicación de las variaciones, en los indicadores de Producción; análisis de pruebas o ensayos para mejorar rendimiento, calidad o cuidado del medio ambiente”, afirma.

A fines del año pasado llegaría su gran reto, cubrir distintas Jefaturas de Producción. “La experiencia se basó en aprender las tareas de los distintos jefes para luego cubrir sus puestos. Aprendí mucho al estar en el campo, me sirvió para continuar haciendo análisis de indicadores y datos, pero sobre todo entender un poco más y poder anticiparme ante distintas situaciones”.

El apoyo familiar

Respaldando su profesión está su familia, compuesta por su madre, padre y dos hermanos varones, que al igual que Florencia, siguieron el legado paterno y la pasión por las Ciencias Exactas. Su padre es Ingeniero Civil, uno de sus hermanos Ingeniero en Recursos Naturales y el más chico Analista en Sistemas.

Hace poco la joven minera dejó la casa familiar para dar otro gran paso: vivir con su novio, con quien comparte 9 años de su vida y ya tiene previsto los preparativos de su boda que se realizará en septiembre de este año.

Florencia siente que es fundamental que su familia la acompañe y que, si bien en un principio su mamá era la más preocupada por los viajes o los turnos de trabajo, su padre, quien conoce bien el oficio, llevaba tranquilidad al hogar.

Su vida fuera de la mina

Hoy las energías de Florencia están puestas en seguir creciendo, en seguir enfrentando con pasión su profesión y los retos de trabajar en una minera, pero además en lo personal, la entusiasma el hecho de armar su fiesta de casamiento que se aproxima.

Trabaja en las oficinas de Bórax Argentina en Campo Quijano, cumple un horario normal de lunes a viernes, pero eventualmente sube a la Puna para estar en el yacimiento, donde es la única mujer trabajando en el área de Producción.

Sus ratos libres los aprovecha full time, entrena durante la semana y la apasiona el fútbol. Hace unos años comenzó como hobbie en un grupo de fútbol femenino de la Facultad, luego armó su equipo y se anotó a campeonatos de Fútbol 5. Actualmente juega profesionalmente en un club salteño, donde originalmente solo jugaban hombres y hace dos años empezaron a incluir mujeres.

También piensa en las Olimpíadas Mineras que se realizarán en San Antonio de Los Cobres a principios de mayo, de las cuales Bórax Argentina es anfitriona, para poder presentar junto con sus compañeros un equipo mixto de vóley.

 

 

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