Privados y el Estado ponen más atención al carbón de Marayes

Hay estudios desde ambas partes para evaluar el potencial del mineral como insumo a la calcinación de cal. En Minería forma parte de un proyecto más amplio que abarca las zonas carboníferas locales.

El carbón de Marayes, Caucete, es cada vez más objeto de evaluaciones estatales y privadas para determinar su potencial y rentabilidad como fuente energética como insumo para la calcinación de cales sanjuaninas, un ítem que cada año despierta conflictos en el sector por cómo se encarece ese combustible.

El puntapié inicial lo dio Caleras San Juan, tal como anunciara CUYO MINERO en ediciones recientes y según informó Raúl Cabanay, gerente de la empresa, esperan que esta semana ya tengan resultados de los estudios encomendados al Instituto de Investigaciones Mineras (IIM) de la UNSJ. “Es un aporte como miembros de la Cámara Minera para factibilizar una explotación de la que nosotros seríamos consumidores, como recursos del Estado también me parece bárbaro que desde como tal este avance en estudios y evaluaciones por su beneficio para el sector” dijo Cabanay.

Desde el Ministerio de Minería local también se efectúan evaluaciones en Marayes para la toma de nuestras cuyo análisis están a cargo del Instituto de Tecnología Minera (Intemin), unidad dependiente del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), socio estratégico en esta tarea. De hecho será la unidad encargada el análisis y evaluación de parámetros de los carbones minerales de San Juan para su empleo en calcinación de cales. Es así que el equipo de geólogos de Minería también ya hizo incursiones en zonas de Calingasta.

 

Así lo confirmó Carlos Astudillo, secretario técnico de la cartera minera. “No sólo buscamos tener precisiones en cuanto a la rentabilidad y características del carbón, sino cómo es el comportamiento del mineral  para la obtención de cal o mejor dicho, el comportamiento del horno con este producto”, detalló Astudillo. Los datos más recientes que se manejan desde el Ministerio y puntualmente de Marayes, corresponden a 2017 respecto de muestras de diferentes bancos de la zona que presentaron un poder calorífero entre 1000 y 5600 K/Cal. “Arriba de las 5000 K/Cal está bien pero lo que hemos enviado ahora a Segemar busca tener detalles en cuanto a la presencia de insolubles como las arcillas o la presencia de sílice que mucho inciden en cuanto al potencial del producto”, explicó la fuente.

 

El instituto ya consta de algunas muestras de Caucete y próximamente se sumarán del resto de áreas como Ullum y Jáchal, tras los trabajos de los equipos técnicos. La expectativa es tener resultados concretos de las zonas a fin de año, en cuanto a características como poder calorífero del carbón, presencia de insolubles, entre otros, además de detalles sobre un modelo de calcinación a escala del mineral, tarea que también fue encomendada al Intemin.

El desafío es grande porque la intención del gobierno es dar solución al histórico conflicto de la provisión del carbón de YPF a los pequeños y medianos productores caleros, que siempre enfrenta su punto crítico en época invernal. “La idea es conseguir un costo menor al actual, pero si lo que se obtiene es al mismo valor, para el mismo producto con el mismo beneficio, aún es positivo para nosotros por el valor agregado que significa generar nuestro propio recurso”, explicó la fuente. Para el Estado este valor agregado se centra en tres ítems: Creación de nuevos puestos de trabajo, mejoras y nuevas tecnologías aplicadas a los procesos y romper con la dependencia de disponibilidad del carbón ya que se contaría con un recurso propio y en tal caso, el de YPF pasaría a ser supletorio. Al cierre de esta edición el precio por tonelada rondaba los 170 dólares. En invierno de este año y por tres meses se puso en marcha un subsidio estatal equivalente en pesos de 25 dólares por tonelada de carbón a un total de 24 pequeñas empresas y productores caleros, para hacer frente a la suba de este insumo energético y no cortar la cadena productiva.

 

Un proyecto amplio

El estudio de los carbones minerales sanjuaninos es sólo el puntapié de un proyecto más ambicioso que busca el aprovechamiento e impulso de los no metalíferos locales y por el cual se firmó en septiembre un Convenio de Cooperación Recíproca entre el Ministerio de Minería de San Juan y el Segemar, que incluye en primera instancia la evaluación de los carbones para calcinación de cales, con el correspondiente proceso y evaluación de parámetros; caracterización  y certificación de los minerales industriales, empleo de carbonatos y sulfatos en remediación de suelos. Asimismo también hay proyectos conjuntos en desarrollo como la disminución de metales pesados en la producción de Sulfato de Aluminio para su uso como coagulante, estudios de concentración de menas metalíferas a pequeña escala, aprovechamiento del material de descarte de las explotaciones de carbonatos, evaluación de reactores empleados en la calcinación de carbonatos para la producción de cales.

 

 

 

Diario de Cuyo

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