(YCRT, Santa Cruz) Luis Avendaño, secretario general de Luz y Fuerza Cuenca Carbonífera, reflejó su malestar por las declaraciones del diputado Eduardo Costa y del ingeniero Mario Capello, quienes confirmaron la continuidad en Punta Loyola, por considerar que “no se condicen con lo que nos viene planteando la empresa”. “Estos dichos son netamente políticos y tienen como objetivo mentirle a la gente en estos tiempos electorales”, remarcó.
Durante las últimas semanas se desarrollaron distintas reuniones entre la conducción del sindicato y representantes de YCRT relacionadas con el convenio colectivo de trabajo y la discusión sobre los puntos que lo conforman. Por caso, ayer por la mañana hubo un encuentro con APS y la Intervención para tratar de acercar posiciones; ATE y La Fraternidad no estuvieron presentes por tener otros compromisos. “Nuestro eje fundamental en la negociación es preservar los puestos de trabajo de los compañeros de la rama ferroportuaria de Río Gallegos. En estos tiempos nos hemos visto sorprendidos por las declaraciones del diputado Eduardo Costa, quien dijo que se iba a poner en valor este sector y que el puerto no se iba a cerrar. Esto se suma a lo dicho por el ingeniero Mario Capello, subsecretario de Desarrollo Minero de la Nación, quien expresó que el gobierno jamás pensó en cerrar el puerto y el ferro. Eso nos choca a los sindicatos, porque esto no se condice con lo que nos viene planteando la empresa y entorpece la negociación. Pedimos que se pongan de acuerdo entre los miembros de la Intervención y los referentes políticos del gobierno, porque las declaraciones son netamente políticas y tienen como objetivo mentirle a la gente en estos tiempos electorales”, analizó Avendaño.
P-¿Quiénes representan a YCRT en la mesa de diálogo con los sindicatos?
-Están el abogado Luis Cucuzza y el contador Orlando Rondinella, puestos por el gobierno nacional; Francisco Roldán y Daniel Pizzano como paritarios.
P-Desde La Fraternidad pidieron garantías porque sienten las mismas contradicciones que Luz y Fuerza.
-Sí, es lo que venimos hablando en el seno de la Intersindical. Estas contradicciones están a cargo de gente que, cuando opina sobre algo públicamente, lo hace sin darse cuenta de que se está jugando con la necesidad de los trabajadores. Nosotros queremos estabilidad laboral. Más allá de estar en una etapa de elecciones, lo que hacen Costa y Capello es poco serio.
P-Teniendo en cuenta que no se avizora la puesta en marcha de la Central Termoeléctrica y que no hay inversiones, ¿ese es el contexto que vislumbran los sindicatos?
-Hemos notado cuestiones que son incomprensibles, y se lo hemos dicho a los paritarios de la empresa. No puede ser que intentemos acordar algo para llevar tranquilidad a la gente y que la Intervención se dedique a provocar y a hacer declaraciones en este sentido, porque es algo que no le hace bien a los trabajadores. Queremos que haya un gesto que nos permita crear la confianza que necesitamos. No hablamos de grandes cosas, en las cuestiones del día a día no tenemos respuestas para nada. Por ejemplo, la empresa anunció que va a entregar la indumentaria de trabajo, pero nosotros venimos reclamando insumos desde hace rato; incluso hay gente que ha puesto plata de sus bolsillos para comprarlos.
P-¿Creen que esta estrategia empresarial puede generar descrédito hacia la Intervención?
-Estamos tratando de asegurar ante el Ministerio de Trabajo de la Nación la estabilidad laboral para todos los empleados del yacimiento. Esa es la única forma de establecer un acuerdo con la empresa. También pedimos que la empresa se ponga en marcha en forma definitiva. Se viene diciendo desde hace mucho que se va a firmar el acuerdo con Isolux para terminar la mega usina, pero en la realidad no se firmó nada. Si se dieran las cosas hoy, la empresa tendría que empezar a trabajar en agosto, y para terminar el primer y segundo módulo, deberíamos esperar casi dos años para generar energía. Lo que más nos preocupa es el tiempo que se necesita para culminar esta obra, que por suerte la trajo el gobierno anterior. Falta muy poco, pero el gobierno de Mauricio Macri no nos garantiza absolutamente nada. Esa desconfianza existe, no solo por parte de los dirigentes, sino de los compañeros que trabajan en el yacimiento.
Tiempo Sur
