Rojas: “La licencia social no es otra cosa que la aceptación del diálogo”

Con más de 50 años en la profesión, Rojas es uno de los especialistas más reconocidos en el ámbito de la minería en Sudamérica. Una mirada profunda y a consciencia sobre la actividad en el país, con proyección a futuro sobre La Rioja.

Si de actividades productivas o de desarrollo polémicas se trata, muy probablemente la minería encabece, en la actualidad, todos los ranking en materia de cuestionamientos, muy especialmente en nuestra Provincia, donde las posturas radicalizadas y en muchos casos oportunistas, tendieron un manto de duda y pusieron freno a diferentes proyectos que, como tales, quedaron truncos.

Tanto de un lado como del otro, es decir, desde una postura a favor o una posición en contra de la actividad minera, surgen argumentos valederos para quienes los esgrimen, pero la carencia de puntos de encuentro es la que, entre otras cosas, genera distorsiones informativas y quiebra todos los puentes de un posible diálogo en búsqueda de consensos.

Hoy, las diferencias entre ambos sectores en La Rioja aparecen como irreconciliables, a contramano de lo que ocurre en otras provincias que ya dieron pasos agigantados, atentas a los tiempos que corren, en los que el cuidado y respeto por el medio ambiente deben ser -y son- irrestrictos, al igual que el desarrollo de actividades en pos de alcanzar los beneficios económicos que propendan al desarrollo.

De paso por La Rioja, Nivaldo Rojas, uno de los especialistas más reconocidos en el ámbito de la minería en Sudamérica, dialogó con NUEVA RIOJA y dejó importantes definiciones como producto de una mirada a consciencia y con profundo conocimiento en la materia, adquirida en los más de 50 años vinculado a la profesión, lo que le valió el reconocimiento en el marco de la 67° Convención del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCH), donde se graduó como Técnico de Minas de la histórica Escuela de Minas de Copiapó.

Entre otras cosas, Rojas trazó un claro panorama para la actividad en el país, en tanto que también brindó su punto de vista en lo que a la actividad minera en La Rioja respecta, teniendo en cuenta la fuerte resistencia que la actividad encuentra en localidades como Famatina.

“La Rioja es una provincia que posee una gran historia minera”, comienza afirmando Rojas, aunque casi de inmediato sostiene que esa historia está “muy pobremente estudiada, es muy pobremente conocida y también muy pobremente interpretada”.

Partiendo de esa definición, el oriundo de Cerro Blanco, un pueblo minero localizado en las estribaciones de la cordillera de Copiapó, inicia el camino para la búsqueda de un entendimiento al fenómeno social que puso freno a la actividad en La Rioja sobre lo que, no obstante, se mostró optimista en cuanto a la posibilidad de encausar los caminos hacia un consenso que permita revertir la situación.

– ¿Cómo evalúa desde suexperiencia el momento por el que atraviesa la actividadminera en La Rioja?

– El de la minería es un tema bastante complejo, en un momento para que los comunicadores, los medios, la Iglesia, los gobiernos vean qué se puede hacer para potenciar la economía de la región a costos razonables y de acuerdo con el cuidado del ambiente. Para esto, hay que ver cómo se inserta la minería en la sociedad; la sociedad forma parte de esto y todos tenemos que evolucionar armónicamente en este sentido. Por el contrario, si se desvían, las interpretaciones son muy diferentes y muy radicales.

Hay reservas muy importantes de cobre, molibdeno, plata y oro, en La Rioja; recursos energéticos que se están demandando actualmente en el mundo; y es muy difícil pensar que La Rioja pueda desarrollarse haciendo agricultura masiva rentable. Cuando planteamos esto, vemos que provincias como San Juan o Catamarca ya eligieron; Salta y Jujuy también. De lo que se trata es de complementar la parte de agricultura con otras actividades, como energía por ejemplo, que son muy importantes.

– ¿Y cómo se logra esto; cómo se inserta la minería en la sociedad como una alternativa de desarrollo?

– La sociedad ha cambiado y le gusta participar, quiere saber qué se está haciendo. Desde los gobiernos, entonces, se debe promover el diálogo para revertir la mala interpretación que existe sobre la minería.

– ¿Cree que eso es factible en La Rioja con los antecedentes conocidos por todos?

– Creo que es totalmente factible revertir, pero hay que comunicar. La comunicación a la gente del lugar es fundamental. Lograr que esa comunicación la hagan profesionales en la materia, sin colores, que transmitan puramente la verdad. Ese es el trabajo que hay que hacer, comunicar basándose en información realista y científica; esa es la mejor forma.

También hay que hacer un mea culpa en cuanto a que la mala interpretación surge también como consecuencia de que las empresas, generalmente poderosas, están acostumbradas a tomar posición sin comunicar a la opinión publica. Eso sucedió en Famatina, en San Juan con emprendimientos antiguos. Las empresas se instalaban y el poblador no tenia mucho que decir.

– Pero se trataría de un proceso a largo plazo en La Rioja…

– No necesariamente un proceso largo. El involucramiento de la gente, que la gente pueda escuchar, que la gente pueda dialogar y plantear sus dudas, ya es un primer paso. Hay que buscar consensos, hablar, llegar a acuerdos. Preguntarse: ‘¿cuáles son las condiciones? Estas son las condiciones, ¿Me interesan?’. Está claro que las empresas no tienen interés en desarrollar el país; las empresas quieren obtener ganancias. Entonces son los gobiernos los que tienen que manejar esos beneficios que se obtienen de la actividad y comunicar de la mejor manera posible. Así es como se puede evitar que se produzca la desconfianza en la persona que el pueblo eligió y se manifiesten más en contra de esa persona que de la minería en sí misma.

– ¿Cree que esto es posible de lograr en el contexto actual y en el corto plazo?

– Todo es posible, pero hay que ser muy responsable. La minería responsable tiene que ver con la evolución de la humanidad y las condiciones en que se trabaja, priorizando la salud y el medio ambiente. De lo que se trata es de cuidar nuestra casa, la casa de todos. Podemos seguir creciendo y eso es un poco la condición: el desarrollo de la humanidad con mayor esperanza de vida.

El cuidado del medio ambiente es una condición en sí misma y la minería responsable no es otra cosa que estar comprometido con no afectar a la población, con proteger a la población, y eso tiene que ser así.

– ¿Y quien debe ejercer los controles en este sentido?

– Los controles los tienen que hacer los gobiernos o algunas organizaciones privadas. Sin embargo, cuando los hacen las organizaciones privadas, suele aparecer la idea de sacar algún beneficio, entonces, creo que el control tiene que ser de los gobiernos.

– Pero hay diferencias muy marcadas entre quienes están a favor y quienes están en contra de la minería…

– En realidad hay una distancia muy chica entre unos y otros. Por dar un ejemplo, es como lo que ocurría con el muro de Berlín, en Alemania: cuando nos demos cuenta que todos somos alemanes, vamos a poder conversar. Insisto en que hay que conversar, relacionarse, tener un respeto hacia lo opinión del otro y poder responder técnica y científicamente a las dudas del otro.

El desconocimiento es el que hace que estemos de un lado o del otro. Hay que conversar, es bueno para entender; hay que motivar mayor información. Es una tarea de todos y, debo decirlo, hay muchos mineros riojanos que están escondidos; prefieren no hablar.

– El Gobierno riojano ya expresó su postura en cuanto a que hasta que no se logre la licencia social no se desarrollará la minería en la Provincia…

– Yo pregunto: ¿qué es la licencia social, dónde está, quién la otorga? La licencia social no es otra cosa que la aceptación del diálogo, es el conversar y como tal tiene que hacerse.

Hay gente que sabe que está de un lado, pero que en este momento le conviene estar del otro. Hay mucho oportunismo también. El gobierno, por su parte, se ha manejado mal y espero que de aquí en más haya algún tipo de asesoría, algún cambio en la estructura.

Y la verdad es que nosotros debemos hacer también un mea culpa por la arrogancia, y por no tener en cuenta la opinión del otro. Todo pasa por conversar.

– ¿Lo ve viable luego de todo lo sucedido en la Provincia?

– Lo veo viable, perfectamente. Ya se esta trabajando y no sólo en La Rioja, sino en el país. Hay tres o cuatro provincias que están trabajando con licencia social, al margen de los problemas que puedan surgir en cada una de ellas. Hay que decir que provincias como Catamarca se ha preocupado por hacer muy mal los deberes, no han logrado hacer conversar a la gente. No obstante ello, todo es solucionable y perfeccionable. No hay problemas que no se puedan solucionar en esta profesión. La cultura se hace conversando y entendiendo qué esta haciendo el otro.

– ¿Es contaminante laminería?

– Yo hago siempre este planteo: si ponemos en el centro de la plaza una tonelada de mineral de La Alumbrera y mil litros esparcidos de petróleo, ¿qué contamina más? Claramente, el petróleo

Ahora, ¿qué pasa si ese mineral es radioactivo? Ahí es cuando tenemos que controlarlo, hacer la protección y disminuir la contaminación. Y eso se hace, existe la manera, la tecnología. Todo se puede hacer para proteger el medio ambiente, o para hacer mas aceptables los productos. A nadie puede escapar, por ejemplo, que existen productos agrícolas que son muy contaminantes.

– ¿Y en cuanto a la dicotomía entre el agua y el oro, planteando que es una u otro?

– Creo que hay que buscar los consensos y sincerar algunas cuestiones como cuánto consumimos de agua en La Rioja; cuánto consumen las industrias, cuánto consume la agricultura.

– ¿El modelo a seguir es el chileno?

– El modelo chileno no tiene nada particularmente bueno. Es su historia. Allí se inició, se partió y se hizo. Se perfecciono y ahora se trabaja muy bien. Es lo mismo que ocurre en Australia, que es líder en el mundo, porque ellos desarrollan todo tipo de actividad minera con un manejo espectacular del agua.

Datos

Nivaldo Rojas se graduó como Ingeniero de Ejecución en Minas, estudio geología en la Universidad de Chile, dictó clases en la Universidad de Norte y en la Universidad de Chile, trabajó para el Instituto de Investigaciones Geológicas de Chile (IIG), hoy SERNAGEOMIN; para Utah Minera Utah de Chile y para BHP Minerals en Argentina y desde hace 18 años se dedica a la búsqueda mineral. Lleva más de 50 años vinculado con la actividad minera.

Al terminar su contrato con BHP en 1998 la familia Rojas acordó establecerse en la provincia de Mendoza con un emprendimiento privado focalizado en la consultoría minera, en la identificación de oportunidades de negocios y en la realización de eventos promotores de la actividad. Así formaron Rojas y Asociados-Consultores Mineros; Argentina Mining; Consultoría Profesional Integrada; Geotruck; Synergy Resource Capital y Minera Austral; entre otras, conocidas en el ambiente minero como Grupo Rojas, que también fundó empresas en Chile, Colombia y Australia. Sobre esta base se desarrollaron actividades exploratorias, de búsqueda de proyectos y de gerenciamiento de negocios en la mayoría de los países de Sudamérica, tanto para clientes locales como para empresas de Canadá, Australia, Estados Unidos, China, la Comunidad Europea, India y Rusia.

El futuro minero argentino es oro, cobre y molibdeno

“En 1985, había tres minas en el país y una serie de minas antiguas o depósitos de cierta consideración, pero también existía una información importante en el Oeste del país, producto de los planes gubernamentales Hoy ha cambiado, se nos llenó la cancha, tenemos un montón de depósitos metalíferos a lo largo de la Cordillera, la Patagonia se llena de nuevos depósitos y hay 13 minas en producción”, señaló Nivaldo Rojas en su exposición en Argentina Mining 2014. “Tenemos minas metálicas en acción, San José, Alumbrera y Pirquitas. Proyectos avanzados o de alta probabilidad, porque entre el cúmulo de investigaciones producidas por las empresas en los últimos 20 años existen varios números que analizar. Un montón de depósitos de cobre, oro y molibdeno, otros más de oro y plata, y tal vez menos de plomo y zinc. Los depósitos de oro y plata están en Salta, La Rioja, San Juan, Mendoza y Santa Cruz, provincias con potencial interesante”, precisó

“Los de cobre están en Salta, Catamarca y San Juan, y Mendoza tiene la oportunidad histórica de transformarse en uno de los grandes jugadores de estas ligas; proyectos de plata y zinc hay más bien en el norte. En cuánto contribuyen en valor in situ y recurso metálico, los de cobre 84, oro 11% y plata el 4%”, detalló el empresario.

Con respecto a las provincias con mayor potencial minero metalífero, Rojas menciona a Jujuy, Salta que es segunda en valor comparado y Catamarca “que está en bajada en cuanto a reservas minables pero con potencial atractivo en Agua Rica y no debe ser apartada a pesar de no tener un reemplazo importante”.

 

Nueva Rioja

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